
Bodegas Ramón Bilbao fusiona vino, arte y espectáculo en su nueva experiencia sensorial ‘Esencias de la vid’

En su decidida apuesta por reinventar la experiencia enoturística, Bodegas Ramón Bilbao ha lanzado un nuevo concepto de vivencia sensorial bajo el nombre de Esencias de la vid, una colección de propuestas que combinan arte escénico y vinicultura en un formato inmersivo y sorprendente. La primera de estas experiencias, titulada Esencia en equilibrio, se celebrará el próximo 26 de abril en su emblemática sede de Haro, con dos únicas sesiones —a las 18:00 y a las 20:00 horas— y aforo reducido para preservar el carácter íntimo de la propuesta.
Ya pueden reservarse las entradas para esta primera cita, que supone solo el inicio de un ciclo de eventos exclusivos. En mayo llegará la segunda entrega: Esencia al compás, una experiencia en la que el alma del flamenco dialogará con el ritmo interno del vino en su proceso de creación, reforzando así el enfoque multidisciplinar de esta nueva etapa de la bodega.
Esencia en equilibrio invita al visitante a un recorrido singular a través de las diferentes fases de elaboración del vino, interpretadas mediante un espectáculo de inspiración circense protagonizado por artistas vinculados a Creactive by Cirque du Soleil. La propuesta mezcla malabares, acrobacias aéreas, equilibrios extremos y coreografías cuidadosamente sincronizadas con la degustación de algunos de los vinos más representativos de Ramón Bilbao.
El espectáculo comienza con ‘Las manos que cosechan’, un número de malabares que evoca el trabajo manual de la vendimia y se acompaña del vino Lalinde. A continuación, ‘La gravedad y el tiempo’, interpretado con telas aéreas en la sala de depósitos de hormigón, representa la maduración lenta y desafiante de la Garnacha. En la zona de barricas, el equilibrio sobre sillas de ‘El arte de la crianza’ rinde homenaje al tiempo y paciencia que exige el Reserva. Por último, la fuerza coral de ‘El ensamblaje’, en la zona de botellero, celebra el ensamblaje armónico del Mirto, el vino insignia de la casa.
El evento concluye con un cóctel de tapeo Km0, maridado cuidadosamente para realzar las características de cada vino presentado, completando así una velada donde los cinco sentidos se dan la mano en torno al universo del vino.
Con esta innovadora propuesta, Ramón Bilbao revalida su compromiso con una enocultura emocional y experiencial, donde la creación artística y el proceso vinícola se funden en un relato común cargado de sensibilidad y simbolismo.