En la foto, Cipriana Álvarez Durán, que recopiló cuentos, coplas y tradiciones de Llerena, difundidos por su hijo Demófilo y la Sociedad del Folklore de 1885. Recepción y apropiación del folklore en LlerenaA mediados del siglo XIX, el interés por conocer y conservar las tradiciones populares se extendió por toda Europa. Literatura, rituales, creencias, artesanías y saberes populares se convirtieron en objeto de estudio de las ciencias sociales. En España, intelectuales y científicos tomaron conciencia de una doble alteridad: por un lado, las culturas primitivas y exóticas que el colonialismo desvelaba, y por otro, las pervivencias y resistencias de las formas tradicionales en la vieja Europa. Este contexto propició la aparición de la Antropología Social y del Folklore, disciplinas que buscaban recopilar y estudiar la tradición oral para transformarla en Historia. En Llerena, localidad extremeña con fuertes lazos culturales con Andalucía, el folklore se consolidó gracias a la labor de figuras como Cipriana Álvarez Durán. Durante su estancia en la ciudad, recopiló más de sesenta cuentos, setenta coplas, 95 trabalenguas y numerosas tradiciones locales, que su hijo Antonio Machado Álvarez, conocido como Demófilo, ayudó a difundir a través de la Sociedad del Folklore de Llerena (o Folklore Regianense) fundada en 1885 junto a Felipe Muriel Gallardo. Esta actividad permitió documentar juegos infantiles, supersticiones, costumbres de casamiento, entierro y bautizo, y tradiciones relacionadas con minas, ermitas y huertas, creando un retrato rico y detallado de la vida llerenense de la época. Música y danzas tradicionalesLas tradiciones de Llerena se reflejan en los usos y costumbres de sus vecinos, siendo el folklore la principal manifestación musical y oral. Entre las danzas...