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Spanish Culture for Learners Articles

Leyendas de España: historias que te pondrán los pelos de punta

España está llena de lugares con historia, magia y misterio. Hoy te traigo tres leyendas que vienen de distintas regiones, cada una con su toque especial. Prepárate para conocer al Lagarto de Jaén, a Doña Blanca en Albarracín, y al Hombre Pez de Cantabria. Historias que aún se cuentan en sus pueblos y que te van a enganchar. El Lagarto de la Malena (Jaén): la bestia que tenía a todo el barrio patas arriba Hace siglos, Jaén era tierra feliz, hasta que apareció una bestia que parecía salida de una pesadilla. Grande como una montaña, fea como mala noticia y hambrienta como un ejército de leones, el Lagarto de la Malena se dedicaba a merendar doncellas y algún que otro hortelano despistado en el manantial del Raudal. Al principio, la bestia sólo devoraba alguien de vez en cuando, pero con el tiempo se hizo tan voraz que pedía una doncella diaria y, de paso, un desayuno de caballeros trasnochados. La cosa se puso tan fea que nadie se atrevía a acercarse a su guarida, y el barrio de La Malena vivía aterrorizado. Pero como en toda buena historia, llegó un valiente preso dispuesto a jugársela por su libertad. Su plan era simple: engañar al lagarto con un cordero muerto que oliera bien, un rastro de pan caliente y un poco de pólvora para rematar la faena. Montó todo al amanecer, dejó la trampa lista y atrajo a la bestia desde su cueva hasta la Plaza de San Ildefonso. El final, claro, fue digno de película, y el barrio volvió a respirar tranquilo. Doña Blanca y la magia de Albarracín...

Gazpacho y salmorejo: sabores del verano en España

En pleno verano, cuando el calor aprieta en el sur de España, hay dos platos que se repiten en mesas, bares y terrazas: el gazpacho y el salmorejo. Aunque a menudo se confunden, son recetas distintas, con orígenes diferentes y pequeños rituales propios que forman parte de la vida andaluza. El gazpacho, ligero y lleno de color, es una sopa fría elaborada con tomate, pimiento, pepino, ajo, pan, aceite de oliva y vinagre. Su textura es líquida y se sirve muy frío, a veces incluso en vaso, como si fuera un refresco. En cambio, el salmorejo es más espeso y contundente. Su receta se basa en tomate, pan del día anterior, ajo y mucho aceite de oliva virgen extra. Suele servirse con huevo duro y jamón picado por encima. Ambos platos tienen raíces humildes, nacidos en el campo, entre jornaleros y campesinos que necesitaban comidas nutritivas y fáciles de preparar. Con el tiempo, estas sopas se han convertido en embajadoras gastronómicas de Andalucía. Hoy en día, es fácil encontrarlas en cartas de restaurantes de todo el país e incluso del extranjero. Pero más allá del sabor, el gazpacho y el salmorejo también son cultura: aparecen en canciones populares, festivales y hasta en concursos gastronómicos. ¿Sabías que en Córdoba se celebra cada año un campeonato de salmorejo tradicional? Además, existen otras variantes de gazpacho en diferentes regiones de España. Por ejemplo, el gazpacho extremeño, también conocido como carajamandanga, es más espeso y puede incluir huevo cocido, uvas o almendras. El gazpacho manchego, por su parte, es un guiso caliente con carne de caza y pan ácimo,...
Gazpacho y salmorejo: sabores del verano en España

Gazpacho y salmorejo: sabores del verano en España

En pleno verano, cuando el calor aprieta en el sur de España, hay dos platos que se repiten en mesas, bares y terrazas: el gazpacho y el salmorejo. Aunque a menudo se confunden, son recetas distintas, con orígenes diferentes y pequeños rituales propios que forman parte de la vida andaluza. El gazpacho, ligero y lleno de color, es una sopa fría elaborada con tomate, pimiento, pepino, ajo, pan, aceite de oliva y vinagre. Su textura es líquida y se sirve muy frío, a veces incluso en vaso, como si fuera un refresco. En cambio, el salmorejo es más espeso y contundente. Su receta se basa en tomate, pan del día anterior, ajo y mucho aceite...

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