Con la emoción aún reciente, la localidad asturiana de Nava ha despedido una nueva edición del Festival de la Sidra, que se celebró entre los días 8 y 14 de julio de 2025. Esta cita, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, ha vuelto a rendir homenaje a una de las expresiones más genuinas de la cultura asturiana: la sidra natural. Lejos de tratarse de una simple bebida, la sidra se ha convertido en símbolo, en gesto cotidiano y en relato colectivo. En esta XLVIII edición, el festival ha reivindicado su papel como espacio de memoria y renovación, coincidiendo con el reciente reconocimiento de la cultura sidrera asturiana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Una liturgia en torno a la manzana y el escanciado Nava, considerada la capital asturiana de la sidra, acogió durante una semana concursos, pasacalles, actuaciones folclóricas, muestras gastronómicas y actividades para todos los públicos. El eje central volvió a ser el concurso a la mejor sidra natural elaborada en el Principado de Asturias, que comenzó con preselecciones en el Llagar de Sorribes y culminó el sábado 12 con la gran final, tras la cual se entregaron los premios desde el balcón del Ayuntamiento. Se sumaron además reconocimientos como el galardón a la "Etiqueta más guapina", organizado por el Grupo Sidrastur. El Concurso Internacional de Escanciadores, celebrado el domingo 13 en la Plaza Manuel Uría, volvió a ser uno de los momentos más emblemáticos. El arte de verter la sidra desde lo alto sin que se derrame ni pierda el aroma no solo es técnica: es también poesía popular. Cultura viva: teatro, música,...