Santoña celebra su Feria de la Anchoa como fiesta de interés turístico

La Feria de la Anchoa y la Conserva de Santoña, celebrada del 1 al 4 de mayo, ha alcanzado este año una nueva dimensión al ser reconocida como Fiesta de Interés Turístico Regional. En su 25ª edición, la feria ha atraído a más de 20.000 visitantes, consolidándose como una de las celebraciones gastronómicas más importantes del norte de España. Este evento, organizado por el Ayuntamiento de Santoña con la colaboración del Gobierno de Cantabria y la Cofradía de la Anchoa, es una cita fundamental para promover la cultura marinera y el producto local más emblemático de la región: la anchoa.

Con un programa repleto de actividades, la feria ha ofrecido talleres prácticos, showcookings, rutas gastronómicas y visitas guiadas, todas ellas orientadas a dar a conocer el proceso artesanal de la conserva y la historia de la anchoa. Los asistentes han podido participar en actividades como el sobado de la anchoa, un proceso artesanal que se ha transmitido a lo largo de generaciones y que sigue siendo parte esencial del trabajo en las conserveras locales.

En el marco del concurso para elegir la Mejor Anchoa 2025, la empresa Nuevo Libe de Santoña fue galardonada, destacándose por la calidad de su producto, que mantiene la tradición conservera de la región. La anchoa, tal como se elabora en Santoña, no solo es un producto de gran prestigio en la gastronomía nacional e internacional, sino también un elemento central de la identidad cultural de la localidad.

Un ritual que preserva la tradición gastronómica

La Feria de la Anchoa no solo celebra el producto, sino que también pone en valor el ritual que acompaña a su preparación. Los talleres de sobado de anchoa, en los que se enseña a limpiar y preparar el pescado a mano, son una de las actividades más populares, ya que permiten a los visitantes experimentar de primera mano el cuidado y la dedicación que requiere esta labor. Esta práctica artesanal, que requiere habilidad y conocimiento, es uno de los pilares sobre los que se basa la tradición conservera de Santoña, y se ha mantenido vigente a pesar de los avances tecnológicos.

Además, las cofradías gastronómicas presentes en la feria juegan un papel fundamental en la preservación de estas tradiciones. Cada cofradía lleva consigo no solo el compromiso de defender un producto local, sino también una vestimenta tradicional que rememora los antiguos gremios de artesanos y trabajadores del mar. Estas prendas, con sus características colores y símbolos, son una manifestación visible del vínculo entre el producto y la identidad cultural de la región, reflejando el respeto por un oficio que ha perdurado a lo largo del tiempo.

El valor cultural y económico de la anchoa

La importancia de la Feria de la Anchoa trasciende lo gastronómico. Este evento también tiene un impacto significativo en la economía local, al atraer a miles de turistas que, además de disfrutar de la oferta gastronómica, conocen de primera mano las tradiciones de un pueblo que ha vivido durante siglos del mar. Con la participación de 15 conserveras y la presencia de más de 38 cofradías gastronómicas de todo el país y Europa, la feria se ha convertido en una plataforma de promoción para el sector conservero, destacando la calidad de los productos y el esfuerzo de las empresas locales por mantener viva la tradición.

La festividad de la anchoa, además de reforzar la imagen de Santoña como un destino gastronómico, se erige como un espacio de encuentro cultural, donde se celebra el legado marinero y se reivindica un modo de vida ligado al mar, a la artesanía y a la preservación de los saberes tradicionales que siguen siendo el corazón de la comunidad.