
La Plaza Porticada de Santander celebra la Semana Grande con espacio para el folclore y el flamenco

Del 18 al 28 de julio, la ciudad de Santander volverá a hacer de la música y la cultura popular su estandarte durante la celebración del ciclo de conciertos de la Plaza Porticada, que este año se refuerza gracias al convenio de colaboración entre el Ayuntamiento y la empresa Café Dromedario.
El programa, enmarcado en las festividades de la Semana Grande, se presenta con una mirada diversa y abierta, donde no faltará el folclore regional ni el cante flamenco, pilares fundamentales de la identidad cultural que esta ciudad defiende desde sus escenarios públicos.
El cierre del ciclo, el lunes 28 de julio, coincidiendo con el Día de las Instituciones, estará especialmente dedicado al folclore, con tres conciertos que rendirán tributo a las músicas de raíz. Esta jornada se perfila como la más significativa para quienes valoran la tradición y la autenticidad en las manifestaciones culturales.
Durante el resto del ciclo, también se ha anunciado presencia de propuestas que, si bien pertenecen a géneros variados (pop, rock, boleros o soul), darán paso en distintos momentos a manifestaciones vinculadas al flamenco y la música tradicional, tanto en su forma más pura como a través de nuevas voces emergentes que dialogan con la herencia sonora de la tierra.
El Ayuntamiento ha puesto especial atención en combinar la participación de nombres consolidados con la de artistas locales que aportan una visión renovada del folclore cántabro y de otras expresiones tradicionales del país. La Banda Municipal de Música también tendrá un papel destacado, con actuaciones los días 25 y 27 de julio a las 12:00 horas, que incluirán repertorio popular y piezas vinculadas a la tradición regional.
Con dos sesiones diarias (a las 20:30 y 22:30 horas), y el marco singular de la Plaza Porticada, este ciclo se reafirma como un punto de encuentro entre pasado y presente, entre la fiesta popular y el respeto por las raíces.
Desde esta redacción, celebramos que la música tradicional y el flamenco tengan un lugar reservado en la programación cultural de la ciudad, y seguiremos atentos a la evolución de este espacio que, año tras año, va tomando mayor conciencia de su papel como custodio del legado sonoro.