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Guillermo Castro: «Para hablar de los antecedentes musicales del flamenco hay que saber de música en profundidad»

Guillermo Castro: «Para hablar de los antecedentes musicales del flamenco hay que saber de música en profundidad»

«También cosideramos sabio al que puede conocer las cosas difíciles y no de fácil acceso para la inteligencia humana»

(Aristóteles)

El flamenco, esa palabra inquieta que, antes y después de referirse a sí misma como arte y atendiendo a distintos contextos sociales ha tenido una trayectoria amplia en el tiempo y polisémica en su sustancia. ¿Qué significa ser flamenco? ¿Qué es la música flamenca y en qué antecedentes podemos situar sus primeros elementos? Guillermo Castro ha respondido a estas preguntas de forma rigurosa en su abundante obra, sustentada en una documentación muy estricta.

El recuerdo es la base de la formulación sensorial y se traduce finalmente en la experiencia. El flamenco se ha construido, en buena medida, a partir de recuerdos del pasado, narrados como relatos que Platón tildaría de “engañosos”, con apariencia de ciencia o arte. La investigación sobre «lo flamenco» ha experimentado en los últimos años un desarrollo sobresaliente, liderada por especialistas como Guillermo Castro. Su enfoque no solo se centra en el “qué”, sino, sobre todo, en el “por qué”.

Guillermo Castro, doctor en Historia del Arte y Catedrático de Flamencología en el Conservatorio Superior de Música de Córdoba, es una de las figuras más destacadas en la investigación flamenca de su generación. Inició su trayectoria profesional a una edad inusualmente temprana, en un ámbito donde no es común encontrar investigadores jóvenes. A lo largo de los años, su trabajo ha dejado una huella significativa en el estudio y la comprensión del flamenco, especialmente a través de su libro Génesis Musical del Cante Flamenco, una obra que se ha consolidado como un referente en el campo.

Sabemos de tu temprana afición por la colección de discos de pizarra y que has realizado numerosas transcripciones de estas grabaciones en el marco de tus investigaciones. ¿Qué fue lo que te impulsó inicialmente a comenzar esta colección de flamenco y cómo se dio tu primer acercamiento serio a la música flamenca a través de estos discos? Además, ¿hay algún disco en particular al que le tengas un cariño especial o que consideres tu favorito dentro de tu archivo personal?

El acercamiento a los discos de pizarra fue a raíz de que me regalaran un gramófono para mi cumpleaños hace ya muchos años, allá por el 2004 si no me equivoco. Me regalaron uno de los que se fabrican en India o Pakistán, no muy bueno, pero fue suficiente para que me interesa por el invento. El regalo añadía un disco de música hindú y otro de tangos argentinos, así empezó todo. Después, mi interés por el flamenco y la visita a algunas tiendas de Madrid, como Discos Metralleta, donde vendían discos de segunda mano, hizo que comprara algunas placas, como la Rondeña de Manuel Torres, disco que desafortunadamente rompí un día al sentarme encima por descuido, ¡créetelo!, cada vez que me acuerdo me tiro de los pelos. También compré algunas grabaciones de copla de Concha Piquer, Mari Fé de Triana y más adelante algunos discos de Pastora Pavón, Antonio Chacón, El Cojo de Málaga y otros de los que Carlos Martín Ballester vendía o subastaba. No tengo una gran colección, pero la aprecio mucho, la verdad, a pesar de que su sonido no es lo mejor del mundo. Es un campo apasionante. Me gusta especialmente uno de los discos que tengo de Chacón con la guitarra de Montoya de 1913, y otro con la voz de Caruso, aunque realmente todos son especiales.

Demófilo hablaba en su época de la transformación de los jaleos en soleares. ¿Crees que en la actualidad algún palo está experimentando una transformación similar?

Bueno, la transformación de los jaleos en soleares es una evolución natural que se ha dado en el flamenco en todos los estilos: ralentizar el tiempo para lograr mayor expresividad y liberar el cante. Eso permitió que el cante por jaleos prosperara hacia lo que hoy llamamos soleá. Lo mismo en las seguiriyas, malagueñas, etc. En la actualidad el cante sigue evolucionando hacia destinos que en ocasiones nos puede sorprender, como la inclusión de la electrónica, que es lo último que está ahora aconteciendo en el flamenco, nos guste o no. El flamenco sigue su proceso de evolución, como toda manifestación artística, aunque les pese a muchos, ya que no es un folclore “cerrado”, ni pertenece a nadie, es una forma expresiva que cambia y se adapta según tiempo y artistas. El flamenco es música moderna, urbana, que se forma a mediados del siglo XIX en ciudades, aunque se alimente de la tradición musical anteriores, pero ya es otra cosa, no es folclore.

Para quienes desean iniciarse en la investigación del flamenco, ¿qué libros, artículos o fuentes recomendarías como punto de partida esencial?

Bueno, esta pregunta es fácil y difícil a la vez. Lo importante es acudir a escritores y escritoras de rigor y leer todo lo que han publicado, porque suelen ser rigurosos en todos sus trabajos. Yo, en mi caso, que la musicología para mí es uno de los campos más importantes en el estudio del flamenco, recomiendo los trabajos de Manuel García Matos y Arcadio de Larrea desde los años 50 y en la actualidad, por ejemplo, Faustino Núñez. Luego en el campo de la flamencología científica, pues desde los años 70 en adelante, José Blas Vega, José Luis Ortiz Nuevo, José Gelardo, José Luis Navarro, Manuel Bohórquez, José Manuel Gamboa; en la sociología Gerhard Steingress; en la antropología Cristina Cruces. Cualquiera de sus trabajos han aportado y siguen aportando mucho al conocimiento del flamenco de forma rigurosa. Hay muchos más nombres, por su puesto, y gente más joven que está igualmente haciendo avanzar mucho el conocimiento del flamenco, la lista sería prolija, que me perdonen si he olvidado u omitido algún nombre importante. Creo que también es muy importante el estudio del Folclore, donde señalo de nuevo a Manuel García Matos y Miguel Manzano. No se puede entender a fondo el flamenco sin comprender el folclore, me parece fundamental. Y por supuesto acudir a los escritores que se acercaron al flamenco en el siglo XIX como Antonio Machado y Álvarez “Demófilo”, José María Sbarbi o Francisco Rodríguez Marín, con las reservas pertinentes sobre su lectura, por el momento histórico que les tocó vivir, en todo el meollo del asunto.

 

Su formación inicial en guitarra clásica y su especialización en flamenco muestran una trayectoria enriquecedora y variada. ¿Cómo cree que estas dos disciplinas han dialogado entre sí en su carrera profesional?

Pues a nivel interpretativo me han proporcionado herramientas para poder expresarme haciendo música y disfrutar de la práctica guitarrística, aunque no me considero un guitarrista virtuoso, más quisiera. En la faceta investigadora, mi formación clásica me ha permitido abordar un estudio del flamenco de forma científica, y profundizar en el hecho musical en sí mismo, comprendiendo así la naturaleza musical del flamenco, con sus ritmos, estructuras musicales, y armonías peculiares, que me han servido para poder avanzar en su estudio histórico. No creo que se pueda explicar el pasado musical del flamenco sin conocimientos musicales, y no caer en errores de todo tipo. Creo que se hace imprescindible, para hablar de los antecedentes musicales y la llamada época preflamenca, saber de música en profundidad, y no solo de flamenco, también de otras músicas: jazz, pop, clásica, y música antigua, barroco, renacimiento y medieval, es decir de todo, solo así es posible hablar de la relación de la música de otras culturas (negra, árabe, sefardí, gitana…), con la nuestra. Igualmente es importante el conocimiento del baile.

A lo largo de su trayectoria, ha investigado la influencia de diversas culturas en el flamenco. ¿Cree que el flamenco actual mantiene esa capacidad de absorber y reinterpretar otras tradiciones musicales?

Sin duda. Como ya he dicho más arriba, el flamenco sigue su proceso. En los años 70 fue el rock y la música disco lo que se integró en el flamenco, poco después el jazz y la bossa nova, luego el pop y en las últimas décadas la electrónica, los medios tecnológicos y la performance. Quizás no son tradiciones musicales entendidas como propias de culturas de pueblos en sí mismos, sino más bien de sociedades globales, que es donde nos movemos ahora, en los mass media.

En su artículo Músicas «negras» y flamenco: relaciones musicales y traspasos entre músicas africanas, indígenas y españolas, publicado el 1 de julio de 2020, menciona que, debido a la amplitud del área de estudio, no es posible abarcar todos los aspectos de la música de los países involucrados en este proceso histórico-musical en un solo trabajo. ¿Cómo sugiere que los investigadores interesados en estas temáticas aborden estudios tan amplios y complejos? Además, ¿cree que los enfoques multidisciplinares, como la colaboración entre musicólogos, etnomusicólogos, historiadores y otros especialistas, tanto hispanoamericanos como españoles, podrían ser una metodología útil para enriquecer los resultados? ¿Qué papel cree que tendría este trabajo conjunto en la profundización del estudio del flamenco y su relación con las músicas de América y África?

Por supuesto que un enfoque multidisciplinar daría resultados muy satisfactorios en el campo del flamenco, y en cualquier campo, pero también es importante que la formación de cada uno de los miembros del equipo sea lo más completa posible, porque algunas conclusiones no pueden alcanzarse si no eres experto en música e historia a la vez, y no solo saber de música, también ser músico intérprete, por ejemplo, conocer la guitarra a fondo es fundamental, ya que el instrumento está presente en nuestra cultura desde al menos el siglo XIII que es citada, aunque no tuviera la forma actual, y antes también, bajo otros nombres, formas y tamaños diversos, y es el instrumento que ha proporcionado la musicalidad del flamenco, con sus técnicas y afinaciones particulares, no se puede entender la sonoridad del flamenco sin la guitarra. Si hubiera sido otro instrumento con el que se creó el flamenco, sonaría completamente diferente.

Para entender la relación del flamenco con músicas africanas y americanas hay que estudiar toda la historia de la música española, flamenco incluido, y a su vez las africanas e indígenas americanas, eso para empezar. Los expertos en los campos de músicas no españolas tendrían que conocer igualmente nuestra música española, si no, no podrán realizar estudios comparativos. La verdad es que es bastante complejo, porque ya solo el conocimiento de la música de tu país te puede llevar la vida entera. Así que, imagínate todo un continente como África y América del Norte y Sur.

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